martes, 28 de octubre de 2014

Propuesta de texto base para el Manifiesto de Chinchilla




NOTAS PARA UNA PROPUESTA DE UN PRIMER MANIFIESTO SOBRE EL DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DEL HAIKU HISPANO

“MANIFIESTO DE CHINCHILLA”


INTRODUCCIÓN  (por Frutos Soriano, presidente de AGHA)

El haiku japonés ha echado a volar por el mundo. Se ha parado, ha mirado a un lado y a otro, como expectante, ha dado unos saltitos y de repente, sin que nadie lo esperase, ha echado a volar (Méjico, Estados Unidos, Cuba…). Y ahora lo tenemos aquí,  en España, en Albacete, en Chinchilla. De cada sitio por donde pasa coge algo, pero él siempre es él: un gorrioncillo que avanza con sus patitas mojadas por la terraza de madera. O un abad haciendo de vientre en la llanura. O un cuervo que se posa sobre una rama seca una tarde de otoño. Su irrupción provoca allí donde llega una conmoción y un parloteo. Él es lo que es, pero nosotros, quizá,  hemos olvidado lo que somos. Y el haiku nos invita a recordar. Ese gorrioncillo nos trina al oído. Escuchemos algunas cosas de las que nos dice:
-eres tierra y agua
-los árboles y los animales son tus hermanos
-baja de tu cabeza y camina un rato descalzo por la arena
-calla
Y nosotros hablamos y hablamos, tanto…que ahogamos sus trinos y volvemos una y otra vez al páramo seco de nuestra intelectualidad, donde nos parece que somos casi felices. Pero, entre tanta palabrería (chimpunkán, en japonés) hay descuidos, momentos en que tenemos que parar para tomar aire. Y es en esos descuidos cuando los trinos suenan con más fuerza.
El gorrioncillo del haiku está siempre trinando y su trino está dirigido a todo aquel que quiera pararse a oírlo. Es un sonido y a la vez un surtidor de agua pura, primordial, que nos invita a volver a casa a descansar. Las hojas del plátano se mueven levemente con el viento matutino. El durillo está en flor, una flor amarilla pajiza, y hay en el aire un olor a tierra mojada por los aspersores. El haiku está en la hoja, la flor y la tierra, lanzando su trino interminable.
En España, en Albacete, en Chinchilla, en este bosque de las palabras donde cincuenta haikus ondean al viento en la misma lengua que habló a través de Cervantes y de Ana María Matute, nos paramos unos segundos a escuchar el trino interminable del haiku. Mira, ahí viene el gorrión.

DECLARACIÓN

La ciudad de Chinchilla es una fortaleza en medio del llano de La Mancha. Cuna de asentamientos prehistóricos, por la que pasaron iberos, romanos, árabes … dejando su huella y dotándola de monumentos y tradiciones que todavía perduran. Del norte al sur, es enclave privilegiado del Camino de Santiago uniendo éste al levante español. Su castillo es referencia y da personalidad al horizonte que se divisa desde la ciudad de Albacete, situada a escasos 13 kms de ésta y en la que se desarrolla una amplia actividad en torno del haiku. Desde estas alturas se contempla la inmensidad de la llanura manchega pero también los Montes de Chinchilla y las Sierras de Segura y Alcaraz. No hay haijin que en su camino cercano no haya hecho parada entre estas piedras, atraído por la belleza de su plaza del siglo XVI, inspirándose en su limpio cielo donde el atardecer oscurece la tierra marrón de la llanura, ese paisaje donde el viento mueve las aspas de los molinos al igual que las palabras de los haikus escritos en cada una de las cincuenta banderas de “El Bosque de las palabras” y desde el que un grupo de poetas, haijin, escritores y artistas ... nos hemos reunido en esta mañana de otoño para dar lectura y testimonio de este Manifiesto.

La conexión poética entre este y oeste no es nueva. Por no ir muy lejos y quedarnos cerca del haiku, poetas occidentales tomaron como pioneros en su composición formas de la poesía japonesa (Claudel, Wright o Rilke) y poetas japoneses bebían de formas occidentales (el propio Shiki estudió la rima occidental).

El haiku llegó a Occidente principalmente desde el modernismo francés, y al idioma español, en forma de unas primeras aproximaciones a un haiku, de la mano de Antonio Machado, luego un primer texto de Jose Juan Tablada, alcanzando gran difusión con Octavio Paz. El estudioso A. Waley afirmó que “hay un marcado paralelismo entre los poemas de la primera compilación de poesía japonesa,  el Manyoshu (Colección de las Diez Mil Hojas -760 DC-), y las coplas populares del sur de España” y el Sr. E. Hayashiya concluía recientemente que “…sobre todo para los hispanohablantes, hay unas inmensas posibilidades de escribir buen haiku. Para escribir buen haiku uno de los elementos importantes es el sonido. En la lengua japonesa y española, básicamente usamos 5 vocales: a i u e o. Así que los hispanohablantes tienen ventajas para llegar a producir haiku sonoro con buen ritmo”.

En la poesía hispana, las formas breves no son extrañas, y tampoco la comunión de los versos de 5 y 7 sílabas. Ahí está el bordón, la tercerilla o las muy populares seguidillas, entre otros poemas.
Tampoco el kire/kireji es ajeno, pues nuestra poesía contempla la cesura, las pausas.

¿Diferencias pues? Principalmente:
-        La rima: en el haiku japonés no se contempla, si bien nuestra “poesía libre” tampoco lo hace.
-        Los asuntos: el haiku japonés huye del yo, el lucimiento, los recursos literarios y exalta el ahora, la humildad y la naturaleza; mientras que en general, la poesía occidental es lo contrario.
-        El kigo: Un elemento que pudiera parecer contradictorio: está aparentemente cargado de simbolismo (de ahí que el haiku tenga mucho de simbolismo) al tiempo que se inserta en un poema que trata de huir del simbolismo (las cosas como son, el “aquí y el ahora” del maestro Bashô). En cualquier caso, partiendo de que el propio lenguaje es simbólico, y que cada cultura lo tiene inmerso en su habla, escritura y pensamiento en mayor o menor grado, será algo que siempre subyace, si bien el haiku pretende huir de la intelectualización y mostrarse espontáneo. Más que las palabras, importa el silencio, lo que queda entre las palabras.

Es por ello que quizá sean estos aspectos los que más debamos cuidar cuando ese gorrioncillo que vuela y nos llega lo pretendemos disfrazar de pavo real. El haiku se ha expandido, y parece expandirse más en estos tiempos entre el habla hispana, pero parece oportuno que lo haga respetando su origen japonés y sus principales características. Su vía natural y de aconsejable comienzo será el haiku-dô, un camino espiritual, si bien habrá mucha gente que lo viva como mera expresión de lo vivido, como una manifestación primaria de la vida. Luego, tomará matices de las tierras donde llegue, podrá evolucionar, desarrollarse… pero siempre partiendo del conocimiento, la humildad y el respeto a su procedencia. Vendrá después si el español, un idioma de palabras más extensas que otros, necesita de un 8-11-8 para decir lo mismo que el inglés o el japonés en 5-7-5, si una tablet de hoy es un viejo libro del pasado, o un coche una antigua barcaza, pero arranquemos el camino con conocimiento y respeto. Y de ahí volará donde sus alas honestamente le permitan, como a Kikaku le llevó a un mayor lirismo y a Onitsura, desde su autenticidad, al manejo de la comparación.

No se trata de occidentalizar el haiku. Se trata de continuar el camino japonés que llega a otros lugares, diferentes, pero sin atajos ni mayores rodeos.

Son ya muchos los años que se viene escribiendo haiku en lengua hispana. Ha habido aproximaciones meramente estéticas y propias de movimientos que sólo buscaban la forma, pero también ha habido quienes lo hicieron desde la humildad y el respeto.
Así, si Buson escribió en su día en japonés:
En cada espina
de la zarza, una gota
de rocío

Hoy, Frutos Soriano escribe en español:
piedrecillas:
cada una de ellas
tiene su sombra

Hay mucha senda por delante, y en su momento habrá que dilucidar también cuál es el punto en que el haiku hispano suelta amarras con el japonés sin dejar de ser haiku pero sin convertirse en otra cosa. Por ser gráficos, aquello que queda entre el seguidismo y la invención. Seguramente como diría un japonés: esto es haiku, sabe a haiku, tiene haimi, pero no me sabe a japonés.

PROPUESTAS

Para todo ello, sería conveniente promocionar y desarrollar lo incluido en esta propuesta:
-        Concursos de haiku internacionales en español, respetuosos con el origen del haiku.
-        Organización de Congresos, Cursos y Encuentros Internacionales.
-        La traducción de textos de interés.
-        La investigación histórica y de la evolución y desarrollo del haiku.
-        Revistas que divulguen lo investigado, traducido y creado.
-        Organización de kukais.
-        Aprovechamiento de las nuevas tecnologías y TICs.
-        Grupos de trabajo y asociaciones locales. 
        La creación de una asociación internacional del haiku hispano, que aglutine a cualquier haijin del mundo que trabaje o escriba el haiku en español y que trabaje por propiciar el desarrollo respetuoso y natural del haiku japonés en el ámbito de la lengua española.

Existirá el haiku mientras haya vida, y existirá vida mientras haya Naturaleza.

Se dice en la declaración de Matsuyama: “Devolvamos la poesía al pueblo... una revolución mundial de poesía en el siglo 21”. Nos sumamos sin duda, y para ello, el haiku en español ¡qué gran herramienta!



Esta propuesta de base de un manifiesto, ha sido inspirada desde la AGHA:

Asociación
de la gente del Haiku
en Albacete

a fin de realizar una redacción final del manifiesto tras recibir comentarios y recomendaciones de numerosos estudiosos y escritores de haiku, donde se pretende que sea un texto vivo y por tanto mutable, sobre el desarrollo del haiku en español.

Chinchilla de Montearagón (Albacete) 11 de ocubre de 2014.
                                              


(Texto de la Propuesta publicada en el HELA ESPECIAL CHINCHILLA, que se puede descargar gratuitamente en esta dirección:

http://hela17.blogspot.com.es/

Fotos realizadas por Carlos J. Gaitano)


ABRIMOS EL DEBATE PARA TODO AQUEL QUE DESEE PARTICIPAR

Las propuestas se recogerán bien como comentarios a esta entrada, bien en correo recibido a la dirección.

haikus.albacete@gmail.com

Y se irán publicando periódicamente.

Tras el estudio de estas propuestas, se realizará próximamente unas jornadas para la elaboración definitiva del Manifiesto de Chinchilla.